jueves, 9 de octubre de 2014

POESÍA DE MÍ

LIVIA DÍAZ

El poema como factor comunicante entre lo personal y lo colectivo. La permanencia de la memoria en los objetos y los actos humanos. La mneme en coexistencia del siglo 21.

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Perdona si me pongo la cabeza

Si mi protesta agobia mis sentimientos

A veces, se convierte en mi cuerpo

El combate del dolor y por más ideas.

Sólo puedo dejar que se joda

A veces me gobierna. Me hace gritar

#Ayotzinapa #ABC niños y jóvenes

YO LOS ESCUCHO. Yo no comprendo

Pero es que el dolor de un hijo

A veces me levanta o me amanece

Para seguir contando a la alegría

Porque tuve un sueño que terminó la muerte.

Así que con permiso. Hoy me gobierna

Y me hace escribir su dolor sudoroso

Su pestilencia nauseabunda de ultratierra

A esos que tienen orejas de pescado

Corazón de piedra y ojos ciegos.

Hoy me molestan esos que por unas monedas

Me esperaron a la salida del seguro social

Coludidos con los vigilantes para comprar su tumba

Me molesta y disgusta su interior sucio

En donde nada es suficiente: ni el amor

Ni la vergüenza ni la decencia ni la fe

Perdón si no comprendes del todo mi palabra

Mi corazón brincó porque pensaba, de una manera estúpida.

Que con el tiempo me dolería menos la masacre

La indolencia, la desvergüenza, el abuso.

Me duele más. En lugar de menos. No hay sitio para menos

No tengo ya ningún lugar para otro. No cabe nada más

No pasará otra cosa que cantos y oraciones.

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Livia Díaz

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Xalapa, 9 de octubre de 2014.

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