“La poesía
no se vende”
POR C.
Jesús Máximo Mejía Hernández.
“La poesía
no se vende” es premisa básica de quien ha transitado por los diversos
vericuetos de un país siempre vivo, vibrante, a pulso con las coyunturas
nacionales, incluso las crisis, sin abandonar lo esencial del ser humano: el
alimento espiritual, aquello que le da fundamento, la cultura.
La
escritora Livia Díaz, de elección veracruzana, ha realizado una labor activa a
favor y en defensa de las letras desde diversas trincheras de su trayectoria
profesional, tanto en el ámbito periodístico como en en el de la literatura,
actividad que implica, por su entrega, una vida austera y de grandes sacrificios.
Me consta
su permanente ejercicio literario, casi todos los días sé directa o indirectamente
de su labor, como cualquiera lo puede constatar en el ámbito del internet,
espacio a la que ella ha accedido y en cuyas páginas alusivas a la poesía están
sus pensamientos y sus sentimientos convertidos en la más pura expresión
lírica.
Livia Díaz,
más que desempeñarse como un ser contemplativo, pasivo, de acuerdo con la idea
tradicional que se tiene de los vates, la podemos encontrar en las salas de
cultura de Poza Rica, Jalapa, Veracruz o
de cualquier otro estado, incluso allende las fronteras, proclamando, como los
predicadores, el valor de la poesía, la sustancia del cuento, el encanto de la
narrativa y la ironía de las coplas, refranes y corridos.
Supimos de sus antecedentes como luchadora social
y defensora de intereses estudiantiles en el ámbito universitario y del medio
ambiente en Campeche, en particular en la Laguna de Términos, área protegida, y la seguimos
en su tarea periodística en la ciudad de México y en la cuenca del Golfo,
siempre en el ejercicio de la sintaxis, redacción y ortografía, bases
esenciales de la literatura.
“Del
periodismo a la literatura hay un paso”. Como dice el escritor Gabriel García
Márquez, el periodismo es una especie de
literatura cotidiana y en eso desarrolló su actividad Livia Díaz.
Sorprende gratamente y así lo consignan las notas
periodísticas su incansable tarea en la divulgación y declamación de la poesía.
Los talleres y espacios que se han abiertos en ámbitos universitarios y
culturales tienen la constancia de su constante actividad.
Alguna vez
ella me dijo que “el poeta debe abandonar el ostracismo y librar una lucha en
las plazas, jardines, atrios, edificios públicos y otros sitios de
concurrencia” y ella lo ha hecho aún a costa de su integridad física y moral
porque nunca faltaron prejuicios, de las que ella ha salido airosa como
acontece a los artistas o creadores.
Su cercanía
personal, amistosa y periodística con el extinto poeta campechano Juan de la Cabada representó una
experiencia que marcó su vida como defensora de la palabra y escritora.
Su participación
en el Encuentro Internacional de Gualeguaychú, Argentina, dejó honda huella en
los participantes por la exposición real que hizo en torno de las dificultades
que enfrentan los poetas para hacer valer su trabajo, tan importante como el
que compra o vende acciones en la Bolsa. Ella reivindicó en dicha reunión a esos
vates olvidados y marginados de la cultura oficial y lo hace en cada sitio público en cualquier
oportunidad.
Una mujer
sensible, proclive al dolor y a la alegría, dicotomía del ser humano, es Livia
Díaz, inconmensurable y de gran calidad humana.
Datos
curriculares
- Guionista de Televisión de la República Mexicana
(RTC)
-
Editor
del periódico Excélsior
-
Reportero
Sección Cultural de Notimex, Agencia Mexicana de Noticias.
-
Reportero
de Sección Cultural del diario Unomásuno
-
Ponente
de la Feria Internacional
del Libro de Guadalajara, edición 1991.
-
Miembro
del Instituto Nacional de Bellas Artes (prensa)
-
Reportero
de El Universal
-
Subdirector
de prensa del XVIII Festival Internacional Cervantino y colaborador de la XXVIII edición.
-
Crítico
de música
-
Coordinador
de Oficina Regional de Notimex en el Sureste del país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario